martes, 8 de agosto de 2023

EL COMBATE DE ANGAMOS

 

Chile ya capturado el Rímac y renovado sus mandos se concentró en La Toma del Huáscar. Las naves chilenas recibieron los mejores cuidados. Los transportes fueron armados con la artillería recién llegada de Europa. Puestas las naves en las mejores condiciones, el nuevo comandante de la escuadra chilena, Galvarino Riveros, se dispuso a acabar con la presencia del Huáscar en el Pacífico. El 8 de octubre de 1879 a las 3:30 de la madrugada el Huáscar y la Unión que llegaban de Antofagasta, divisaron tres humos, constancia indudable de las naves enemigas. 

Grau actuó como otras veces, ya que no había otra posibilidad y enrumbó hacia el este para continuar luego al norte. A las 7:15 a.m. se pudieron distinguir hacia el norte, cerrándoles el paso, otros tres humos: eran el Cochrane, el O’Higgins y el Loa. En la convicción de que eludir el combate ante fuerzas tan superiores, era imposible el comandante Grau se dispuso a cumplir con su deber. Ordenó al comandante de la Unión huir, lo que permitió la salvación de aquella nave. A los 20 minutos de iniciada la acción, una granada lanzada desde el Cochrane “chocó en la torre del Comandante, lo perforó y estallando dentro hizo volar al contraalmirante Miguel Grau Seminario, que tenía el mando del buque y lo dejó moribundo al Teniente primero don Diego Ferre, que le servía de ayudante, según consta en el parte del combate firmado en San Bernardo 16 de octubre por Manuel Melitón Carbajal. El combate fue tenaz y sostenido, y se sucedieron en el comando de la nave peruana los oficiales Aguirre y Rodríguez, hasta que, no quedando nada por hacer, el último comandante del Huáscar, el teniente primero Pedro Garzón ordenó abrir las válvulas para hundir el buque. La nave, ya incapacitada para la defensa sufrió el abordaje del enemigo.

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