Julio C. Tello fue en nuestro país el mayor propulsor de investigaciones en
el campo, así como el artífice de estudios y análisis de diversos materiales
arqueológicos. Viajó a Estados Unidos para estudiar becado en la universidad de
Harvard, de donde egresa como doctor en ciencias antropológicas en 1911 y
posteriormente se dirige a Europa para realizar estudios de especialización en
el Seminario de Antropología de la Universidad de Berlín. Luego, en 1913, desde
su regreso a Perú realizó acciones en beneficio de la arqueología nacional, puso
en ejecución proyectos de investigación y obras dedicadas a la preservación de
los bienes arqueológicos.
Desde 1919 hasta su fallecimiento, Julio C. Tello
hizo cinco grandes expediciones arqueológicas a diferentes regiones del
territorio peruano, siendo la primera, de la Universidad Nacional Mayor de San
Marcos, al departamento de Áncash. Exploró los valles de Huarmey y Culebras, dirigiéndose
luego a la provincia de Aijá, donde visitó varios lugares arqueológicos pasando
luego al Callejón de Huaylas para explorar las zonas de Katak, Gekosh,
Wariraju, Waras y otras.
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